La mejor temperatura para tomar un vino
Uno de los motivos por los que muchos consumidores no disfrutan del vino es que no se sirve a la temperatura correcta.
La temperatura puede alterar mucho el sabor del vino, de hecho es uno de los factores más importantes a la hora de servir un vino y poder disfrutar de éste.
Por ello, es de vital importancia servir el vino a la temperatura adecuada dada su enorme importancia para un óptimo consumo.
Así que hay que ser un poco más específicos y buscar la temperatura que vaya bien a cada vino. En general, cómo afecta la temperatura a los vinos?
Aromas: Las temperaturas altas volatilizan los aromas. Vale decir nos permiten sentirlos mas. Esto en principio es bueno – queremos poder sentir todo lo que tienen las uvas dentro! Sin embargo a partir de cierta temperatura se volatiliza también el alcohol y los vinos se vuelven ardientes. Por ello es importante encontrar un balance. Ni los tintos tan calientes que el alcohol molesta ni los blancos tan fríos que no huelan a nada.
Los taninos (amargores, astringencia): Se refuerzan al disminuir la temperatura, por eso un tinto estructurado se bebe mas caliente que un tinto joven.
Dulzor: La sensación de dulzor y de alcohol se potencian al subir la temperatura, por eso hay que servir los vinos dulces fríos – pero no helados!
Con esto en mente les dejamos unas recomendaciones
Vinos Blancos
Jóvenes secos (8-10º). Frescos pero no muy fríos para disfrutar de sus aromas de fruta. Una temperatura más alta destaca el alcohol y una excesivamente baja resalta su acidez y enmascara su personalidad.
Dulces (6-8º). Temperatura a la cual se resalta su caracter frutal y su expresión dulce.
Blancos con crianza (10 y 12 º C) . A temperaturas más bajas se pierden los aromas complejos del roble.
Vinos Tintos
Jóvenes (12 y 14º C). Resaltando su frescura y matices florales.
Tintos con cuerpo, crianzas (14-18º): Permitirá un balance que compensará en cierta medida el grado alcohólico y resaltará la fruta aún presente en muchos de estos vinos
Tintos con crianzas de 2 años a mas (18-20º): Luego de la larga crianza los vinos tienden a pulir mucho los aromas ganando en terciarios y perder el carácter frutal. Por ello una temperatura más elevada es recomendable.